Muchas de nosotras hemos sido en alguna ocasión “la otra”, la amante, la prohibida… ese amor oculto de un hombre que jura querernos a nosotras y no a su mujer (porque ella es mala y no le hace feliz).
Lamentablemente, somos tan ilusas que les creemos sus tremendos embustes. ¿Pero estos hombres realmente valen la pena y el tiempo? Nos ilusionamos pensando que algún día dejarán lo que tienen por nosotras, pero eso en realidad no sucederá nunca.
Ellos, en general, buscarán una compañía femenina para amar y disfrutar, pero sin comprometerse. Mantendrán el romance en el anonimato, pero jamás nos mostrarán en público, pues tienen una imagen que cuidar. Para mantenernos a su lado, nos mentirán y nos regalarán cosas materiales. Nos mantendrán ilusionadas por algo que nunca sucederá.
Estos hombres son capaces de querer y de amar, de ser cariñosos y comprensivos… pero al momento del reclamo, son intolerantes. Y lo peor de todo es que estamos dañando el matrimonio de ese hombre.
Sí, la realidad es esa: ¡Estamos dañando un matrimonio! Muchas veces queremos creer todo lo que él nos dice, y justificamos sus actos creyendo que la culpa de todo lo tiene su esposa, cuando la realidad es que ni hay mujer cruel, ni tampoco hay tristeza en su hogar. Y cuando la relación se descubra ante los ojos de la sociedad, nosotras seremos consideradas las busconas, las malas, las mentirosas… las locas, por habernos creído sus promesas.
Lo importante de esto es darnos cuenta de que estamos perdiendo el tiempo. Estamos creyendo unos embustes. Estamos idealizando a un hombre perfecto que no existe y, por último, estamos dañando a una persona de nuestro mismo género.
No caigamos en relaciones como esta, que no sólo nos daña a nosotras, sino a otra mujer que, como nosotras, sufre en su hogar el desamparo y la falta de cariño de su pareja.
No contribuyamos a hacer mas daño. Necesitamos darnos cuenta de que sí que hay hombres buenos que están solos.
Hay hombres dispuestos a tener una relación seria y abierta con nosotras. Seamos felices y respetemos las relaciones ajenas.
Debemos saber que si un hombre nos ama, hará todo lo que sea necesario para estar con nosotras y de jugárselas sin importar las consecuencias.
Nosotras tenemos mucho valor, y por eso jamás debemos permitir estar en una relación de tres. Si estás con alguien casado o que tiene ya un compromiso, hazle saber que tú tienes mucho valor y que si quiere estar contigo, debe terminar su otra relación.
Y si no está de acuerdo, ¡qué pena para él y qué bueno para ti!, pues tú eres libre de elegir con quién, dónde y cuándo